miércoles, 4 de mayo de 2016

¿Cómo vamos a conseguir alcanzar una sociedad igualitaria mientras millones de muchachos se dignan a escuchar canciones con mensajes tan machistas?


Artículo elaborado por MARÍA SHALLCRASS 
(@mariass03 en Twitter), alumna de 4.º ESO C

La música nace junto al ser humano, es una manifestación cultural que se ha desarrollado al mismo tiempo que ha evolucionado nuestra especie. Tiene infinidad de utilidades, entre ellas realzar manifestaciones humanas de cualquier tipo, es decir, transmitir un mensaje. Esta información (la mayoría de las veces fácil de captar y en otras sutilmente mostrada) influye, generalmente sin darnos cuenta, en la definición de importantes rasgos de nuestra identidad.

La intención de este artículo no es  contar los inicios ni la finalidad de la música, sino opinar acerca del reggaeton, un género musical de origen latino que ha alcanzado gran popularidad a partir de la década de los noventa y que es escuchado por una gran parte  de la juventud.

Estas composiciones, cantadas generalmente por hombres, habitualmente tratan contenidos sexuales, pero no es a lo que quiero remitirme. El problema de esta clase de canciones se halla en el desmesurado sexismo que se esconde entre sus letras. En estas piezas creadas por unas mentes machistas, la mujer es reducida a un mero objeto que sirve para satisfacer los deseos sexuales del hombre. Pero el sexismo no se queda ahí, continúa en los denigrantes vídeos musicales que acompañan a la canción, en los que de nuevo, esta vez lo comprobamos visualmente, la mujer no es más que un objeto sexual en la vida del hombre.

Ya me resulta preocupante que se permita comercializar canciones con semejantes letras, pero más alarmante me parece que un número tan alto de jóvenes las escuchen. ¿Cómo vamos a conseguir alcanzar una sociedad igualitaria mientras millones de muchachos se dignan a escuchar canciones con mensajes tan machistas? O lo que es peor, ¿No se dan cuenta todos estos zagales de cuál es el mensaje transmitido por este género musical y lo están asumiendo?

No tengo la respuesta a esas preguntas, pero sí sé que hay cientos y cientos de canciones con unas letras que hacen sentir, pensar, bailar, reflexionar,… y  que sin lugar a dudas no fomentan la discriminación y la violencia hacia la mujer.

2 comentarios:

  1. Buenas, el artículo es bueno en la forma pero debo decir que desde el punto de vista feminista el concepto es erróneo. No hay que centrarse en el reggaeton ni ningún género musical, el problema es la sociedad. En España encontramos las canciones más machistas en cantantes con buena fama como Alejandro Sanz "no soy una de esas" o Pimpinela "como la tele". Nadie es más o menos machista o feminista por disfrutar o no con el reggaeton. Por otro lado contento de ver de que chicas de 4° se interesan y escriben sobre estos temas. Sigue informándote y escribiendo, yo seguiré leyendo. Salud.

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  2. Yo no creo que sea así (en referencia al comentario de Jota). La autora en ningún momento dice que el reggaeton sea la raíz de la lacra machista de la que somos víctimas. En este sentido, no creo que el enfoque feminista sea erróneo: el artículo no es ninguna revelación divina, pero lo veo bastante acertado. Muy cierto es que la yaga machista de nuestra sociedad no tiene su sostén en el reggaeton, sino que es inherente al propio sistema capitalista que nos concierne y a la evolución social de la humanidad. Por supuesto que la sociedad no dejaría de ser machista si desapareciese este tipo de música, su sustento ideológico es mucho más profundo. Pero ella en ningún momento ha dicho lo contrario. Simplemente critica un aspecto negro de nuestra cultura que contribuye fuertemente al machismo. Estoy totalmente de acuerdo en que hay muchas más canciones de esta índole, diría que la mayoría lo son. Pero, en este caso, Alejandro Sanz no inocula una conducta machista tan fuerte en los jóvenes como lo hace el reggaeton, esta música pudre el germen de la sociedad venidera. Asimismo, creo que es obvio que al disfrutar del reggaeton estás contribuyendo a fomentar este tipo de actitudes. Una persona que escucha reggaeton es propiamente machista. Es como decir que una persona que acude a las corridas de toros no tiene por qué estar a favor del maltrato animal. Alguien que participa en este tipo de esperpénticos eventos es cómplice del maltrato animal. Y me parece que ocurre lo mismo con esta música.
    Saludos

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