alumna de 4.º ESO A
Durante las Navidades del
año 2015-2016, yo, Mariola Garayo Crespo, participé en el proyecto de ayudar
a envolver regalos para un
establecimiento de juguetes a cambio de una serie de donaciones aportadas por
los clientes a una ONG destinada a la ayuda de los niños y el progreso. Yo solo
tuve la oportunidad de participar un día
en un solo turno. Fui a realizar este trabajo el sábado 2 de enero del 2016,
acompañada de una estudiante de mi instituto perteneciente a un curso superior
al mío, 1º de bachillerato. Nuestro turno en teoría debía comenzar a las 12.00 y
debíamos estar hasta las 14.00, pero, dado que a los que hacíamos el relevo iban
muy apurados, decidimos
ayudarles y empezar antes, unos 15 o 20 minutos antes de lo previsto. A las 12
se presentaron unos compañeros de trabajo de otros centros y ellos más nosotras
estuvimos hasta las 16.00, dos horas más de lo que debíamos. Por un error en la
organización no apareció nadie para sustituirnos y uno de los encargados del establecimiento
nos tuvo que comunicar que podíamos abandonar nuestro puesto debido a que ya
habíamos cumplido con la labor.
Durante el trabajo de ir
envolviendo regalos debíamos ir diciendo a cada cliente que este trabajo es
benéfico y preguntarle si quería colaborar. Una gran mayoría de los clientes
accedieron a donar lo que buenamente podían, y durante esas horas recaudamos
una gran cantidad de dinero “tacita a tacita”. Aunque
puede parecer que no nos llevábamos nada por este trabajo, yo por lo menos gané una gran
satisfacción por ayudar a una buena causa, además de la experiencia de saber lo que es
trabajar, y con ello me refiero a acudir a un
puesto de trabajo y realizarlo bajo la presión de que había que hacerlo rápido y
bien. Aun así estuvo bien: pude moverme en un “mini trabajo”, conocer gente y
ayudar a una buena causa.
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