Artículo de opinión de Yago Nan Fernández-Ayala (2º Bachillerato A)
A todos aquellos incompetentes que nos habéis llevado al desastre:
Durante la primera legislatura del gobierno de Rajoy, se aprobó la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y, desde entonces, se ha ido aplicando progresivamente en las distintas etapas educativas. Sin embargo, en segundo de Bachillerato, cuando tocaba sustituir la antigua PAU por las famosas “reválidas”, a alguien le pareció mala idea y de pronto decidió dar marcha atrás dejando a miles de alumnos sin ninguna ley que regulase cómo serían los procesos de admisión a la universidad. Recientemente se ha acordado que dicho proceso seleccionador será la EBAU: Evaluación de Bachillerato y Acceso a la Universidad. Sin embargo, este examen llega tarde, ya que a estas alturas de curso aún se están perfilando los últimos detalles.
Es por esto por lo que escribo este artículo dedicado a todos
aquellos "genios" que habéis participado en este desastre del que, como
siempre, seremos víctimas los alumnos que, en este caso, cursamos actualmente 2º de
Bachillerato.
En primer lugar, "gracias", señor Exministro de Educación, Cultura y Deporte del
Gobierno de España, por plantear una ley educativa que únicamente pretendía
mejorar la posición de nuestro país en los rankings internacionales, sin
preocuparse por los escolares a los que les cuesta seguir el ritmo apresurado
de una clase y a los que además ustedes quitaron las ayudas y apoyos. Además,
siguiendo la línea anterior, me gustaría "agradecerles" a nuestros
gobernantes los recortes brutales que se han llevado a cabo en educación y
cultura (no vaya a ser que queramos aprender algo fuera de lo que ustedes dictan
en los temarios). También creo importante "felicitarles" por su
empeño en aprobar una ley educativa ante la cual la propia comunidad educativa
se ha manifestado en contra.
Por otro lado, es importante "dar las
gracias" al gobierno regional y demás coordinadores y encargados de sacar
la EBAU adelante. Es evidente que acordar una serie de temarios para evitar la
confusión del alumnado era una tarea "muy complicada". Está claro que
por eso lo mejor era dejarlo todo para el último día y hacerlo deprisa y
corriendo.
Es evidente que algo han hecho mal. Desconozco si tenían ideas
maravillosas, que por alguna circunstancia fueron incapaces de llevar a cabo.
Lo único que sé es que, como alumno de segundo de Bachillerato que soy, me
parece una vergüenza que a mitad de curso no supiéramos ni cómo ni de qué se
nos iba a evaluar para acceder a la universidad. Parece que se les ha olvidado
lo difícil que es a nuestra edad escoger una carrera universitaria (porque,
desde luego, que se han lucido dejándonos en el absoluto desconocimiento) y
además da la sensación de que nos han tratado como a una generación perdida. Si
es así, supongo que no esperarán nada de nosotros en un futuro, cuando tengamos que mantener las pensiones y levantar el país que ustedes
hundieron.
Sinceramente, a los únicos a los que creo que debo dar
las gracias, esta vez, de verdad, es a aquellos profesores que, como verdaderos
amantes de su trabajo, han estado tranquilizándonos y dándonos ánimos desde las
aulas durante todo este curso. A esos profesores que, aunque posiblemente
estuvieran aún más desconcertados que nosotros, en todo momento han tratado de
sacarnos adelante, demostrando que en este país aún quedan verdaderos
profesionales. Es a vosotros a los que mediante este artículo creo necesario
dar las gracias.
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