Para ciertas personas, “El gran día” puede resultar un
documental optimista y fortalecedor, ya que se centra en cuatro jóvenes de
distintos lugares del mundo muy diferentes entre sí que, sin embargo, tienen
algo en común: no pierden la esperanza y trabajan duro para lograr sus metas
personales.
Desde ese punto de vista, el argumento puede parecer realista -el que una
persona quiera algo y se esfuerce por conseguirlo-, pero cuando solo se pone
énfasis en los momentos felices resulta un poco irreal y monótono. Además,
estamos hablando de unos personajes que viven en países más subdesarrollados
cultural y/o políticamente que el nuestro, por lo que resulta todavía menos creíble
que los protagonistas puedan conseguir sus sueños. Por ejemplo, el caso de
Nidhi no es muy corriente, pues en su país (India) no es habitual que una mujer
pueda elegir lo que quiere sin la intervención de sus padres. Entiendo que el
propósito de la película sea animar a los espectadores, pero también puede provocar que los que no consigan sus
metas se depriman y se frustren, porque, seamos sinceros, no todos tienen la
oportunidad de triunfar. Cuando triunfan los protagonistas sientes emoción y
alegría porque has empatizado con ellos, pero ¿qué hay de esos personajes secundarios
que no lograron su sueño? ¿Alguien sintió pena por ellos?
Por otro lado, me parece un documental con unas imágenes, una banda sonora y unos diálogos increíbles, lo que contribuye a reforzar esa sensación de credibilidad. Mi historia
favorita es la de Tom, el joven de Uganda, porque me ha parecido muy emotiva, y
aparte, me encantan los animales. He de reconocer, dejando a un lado lo que he
dicho anteriormente, que el documental despierta emociones, sentimientos y también
cercanía cuando se rompe la cuarta pared.
Aquí podéis ver el tráiler del documental en español:
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