martes, 15 de noviembre de 2016

"¿Por qué no me puedo querer tal y como soy?", un artículo de opinión de Amaya Álvarez (4º ESO B)

Todos nosotros vivimos en una sociedad dirigida por los medios de comunicación, la publicidad y las modas. Constantemente nos bombardean con miles de anuncios que lo único que intentan es persuadirnos para que compremos un determinado producto o para que hagamos algo concreto. Desde un punto de vista económico, es una buena estrategia, pero, cuando te sitúas en el lado de la salud y la moral, la conclusión no es tan buena. Pongamos un ejemplo: seguro que alguna vez has visto campañas de moda con modelos guapísimas y cuerpos de escándalo, o una película con actrices de estos mismos rasgos. Desde bien pequeñas se nos inculca un canon de belleza irreal a través de los medios, de las muñecas o de nuestra propia familia. Recapitulemos, en ningún momento he mencionado la delgadez, pero seguro que estás pensando en ella, ¿por qué? Muy sencillo, porque jamás has visto una modelo que no tenga la talla 32 o una muñeca con las caderas anchas.


No parece algo peligroso hasta que oímos que en España hay 28.000 personas que sufren anorexia, o que cuatro de cada cien padecen bulimia. Además, la cifra está aumentando considerablemente.
Pero, antes de continuar, dejemos claro qué son estos dos trastornos alimentarios y psicológicos. La anorexia nerviosa se caracteriza por una gran pérdida de peso inducida por el propio enfermo, que va acompañada por un intenso miedo a engordar. La bulimia se manifiesta por episodios de ingesta descontrolada y desmesurada de alimentos. Estos episodios vienen acompañados con una posterior provocación de vómitos o consumo de laxantes y sentimientos de culpabilidad, ayuno o la realización de mucho ejercicio.

Estas dos enfermedades, como ya comenté antes, están ligadas al estereotipo de mujer ideal. Hoy en día una chica perfecta tiene que ser alta y muy delgada, pero los medios de comunicación ya se encargan de que nunca nos veamos guapas, porque entonces ya no consumiríamos productos de belleza y su industria se desmoronaría. Compramos sus productos para vernos más guapas, cuando son ellos los que nos dicen que no lo seremos nunca. Es un círculo vicioso del que hoy en día no podemos salir. Cara Delevingne, actriz y ex modelo, ha intentado en innumerables ocasiones luchar contra los estereotipos de belleza, llegando a dejar el mundo del modelaje porque le hizo odiar su cuerpo. Entonces, yo me pregunto, ¿por qué no dejamos de hacer caso a la publicidad si sabemos que nos engaña constantemente y somos nosotras mismas sin sentirnos avergonzadas de nuestro físico?

Con toda esta presión es normal que millones de adolescentes por todo el mundo recurran a métodos para adelgazar tan drásticos y peligrosos como dejar de comer o vomitar lo que han ingerido para parecerse a sus ídolos. La llave para eliminar de raíz este problema está en enseñar a nuestros hijos desde bien pequeños que tienen que quererse tal y como son, aunque la gente les diga lo contrario. Si todos fuéramos iguales la belleza residiría en lo diferente, pero como no hay dos personas idénticas, siempre querremos parecernos a alguien que creemos que es mejor que nosotros.

Por tanto, nunca llames gorda a nadie porque nunca sabrás hasta qué punto llegará para demostrarte que estás equivocado. Las niñas no nacen odiando sus cuerpos; es algo que, por desgracia, aprenden de nosotros.

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