Reportaje de la actividad realizado por
HÉCTOR CASTANEDO (@Hector_904 en Twitter),
alumno de 1.º bachillerato D
#Cerler2016 es la etiqueta con la que se han difundido en Twitter las noticias de esta actividad del departamento de Educación Física en la que han participado Juan C. Gurtubay, Marcos Gárate y, además, Cristina López, la jefa de estudios. Se conoce como "Semana Blanca" el viaje que realizan nuestros alumnos de 1.° de bachillerato cada curso académico al Pirineo aragonés, concretamente a la estación de esquí de Cerler.
El viaje trajo consigo ya de entrada alguna complicación. La primera fue el calor: los alumnos llegaron a Benasque, donde iban a pernoctar, con 13° C de temperatura, por lo que todo parecía apuntar que no podrían esquiar ya que no había suficiente nieve. Esto no llegó a suponer un problema, y hay quienes se olvidaron de ello cuando enfermó el primero de los alumnos. Casi la mitad de nuestros esquiadores enfermaron en el viaje, ademas de alumnos de otros centros y algún que otro profesor, como Marcos Gárate. Al final acabó siendo un simple virus, que no hizo mas que molestar.
Las rutinas fueron similares todos los días: los alumnos se levantaban a las 7.30 (los que se levantaron a las 7.30...); desayunaban, ya "disfrazados" de esquiadores, a las 8:00 (los que desayunaron a las 8.00...), y a las 9.00 montaban al autobús para subir de Benasque a Cerler, porque las clases de esquí empezaban a las 10.00. Comían todos los días a las 13.00 en el restaurante de Cota 2 000 (al menos los que estuvieron en condiciones de comer...). Desde que acababan de comer hasta las 16.00 tenían esquí libre, es decir, era el momento de bajar las pistas rodando en vez de esquiando. A las 16.00 o 16.30 bajaban de Cota 2 000 a Cerler en el telesilla pues no había nieve para bajar esquiando, y de ahí directos al hotel en Benasque.
Hasta las 18:00 "tenían tiempo" de ducharse, cambiarse, etc. A continuación debían elegir entre ir a hacer algún deporte (desde jugar al baloncesto o al fútbol, hasta el futbolín o el pimpón) o quedarse estudiando en el hotel. O al menos intentarlo.
Se cenaba también a la misma hora todos los días, y casi inmediatamente después iban de fiesta a una de las discotecas de mayor afluencia y fama en todo el Pirineo: la Petronila o Patronilla o Pertonila. En fin, el nombre era lo de menos. Lo realmente importante era lo bien que lo pasaban todos los alumnos de 1.º de bachillerato de Las Llamas con los alumnos de 2.° de la ESO de La Marina y los alumnos de Viérnoles y las ganas que tenían de ir todas las noches después de cenar. Al menos así se lo expresaron a los profesores. Si no estáis convencidos, preguntadles a ellos.
El viaje fue fantástico. Sirvió para que los alumnos del instituto se conocieran más y pasaran de ser compañeros de clase a amigos. Prueba de esto es el buen ambiente que se respiró de principio a fin. Ante el buen sabor de boca que nos ha dejado esta salida, estamos expectantes ante la próxima a Salamanca, organizada por el departamento de Lengua Castellana y Literatura, en la que lo pasaremos mejor aún si cabe.
Las Llamas arrasa en el concurso de baile de Cerler. En la discoteca "Petronila o Patronilla o Pertonila" organizaron un concurso de baile en el que dos alumnos del centro -David Puente, 1.º bachillerato C (@dpuentecallejas en Twitter) y Loreto Díez, 1.º bachillerato A (@Loretin8diez en Twitter)- resultaron elegidos como Mister y Miss del mismo. Las malas lenguas a las que ha consultado este periódico aseguran que están "hechos" y que, por este motivo, esta noticia debería aparecer asimismo en la sección de corazón. "Hacían una pareja espectacular", informa un testigo, "y quién sabe si aún la hacen." Seguiremos informando. (Addenda al reportaje ajena a la redacción de Héctor Castanedo.)
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