jueves, 16 de junio de 2016

Entrevista a Antonio J. Santos, director del centro, que abandonará el cargo el 30 de junio


Antonio, este es tu último mes como director del instituto. ¿Cómo te sientes?
Tengo una única sensación: la de felicidad al culminar una etapa y prepararme para otra nueva, regresando a mi tarea vocacional que es el trabajo en el aula, camino ya de una próxima jubilación que me permita disfrutar más tiempo con mi familia, mis hijos y mi nieta.

Actualmente, todos los alumnos del instituto te han conocido a ti como único director del centro. Pero dinos, ¿en qué momento echaste a rodar en la dirección? ¿Cuántas personas han trabajado contigo en el equipo directivo? ¿A quién sustituiste?
Me incorporé al Instituto en septiembre de 2002. A mediados del curso 2004-2005, se convocó el proceso selectivo para elegir director, al finalizar su mandato el profesor Buenaventura Rodríguez. En ese momento surgieron tres candidaturas para optar a la Dirección, y algunos compañeros, junto con miembros de la APA y representantes de alumnos, me animaron a encabezar una de ellas. El proyecto que presenté obtuvo mayor apoyo y comenzamos a trabajar en su desarrollo. José Parra y Rosana García como jefes de estudios y Vicente Abascal como secretario, fueron mis primeros colaboradores (en aquella época solamente había dos Ciclos Formativos de Grado Superior y no teníamos jefe de estudios de Ciclos). El paso del tiempo, las jubilaciones, motivaron cambios en el equipo, incorporándose Javier Díez como secretario, Dori Barrueco como jefa de estudios adjunta, sustituida posteriormente por Luis María Gutiérrez (al que lamentablemente hemos perdido hace unos días pero cuyo recuerdo permanecerá siempre con nosotros) y Pedro Caubilla como primer jefe de estudios vespertino (al ampliarse los ciclos y el número de alumnos y profesores hubo que modificar los horarios del centro). El último curso se produjo la incorporación de Cristina López como jefa de estudios,  Quique Castillo como jefe de estudios adjunto y de Malali Alonso como jefa de estudios de Ciclos Formativos. A todos ellos les debo agradecimiento por su colaboración y apoyo durante estos años, desarrollando unas tareas duras y poco reconocidas.

¿Qué logros ha conseguido el centro durante tu mandato? ¿Qué logros crees que quedan aún pendientes?
La potenciación de “Las Llamas” como un centro inclusivo, en el que tuvieran cabida todos sin distinción alguna, creo que ha sido uno de los logros alcanzados. La potenciación de la familia profesional de Comercio y Marketing, con la implantación en el centro de todos sus ciclos: Comercio Internacional, Transporte y Logística, Gestión de Ventas y Espacios Comerciales, Marketing y Publicidad  y Actividades Comerciales, con modalidades presenciales, a distancia y Dual, también ha supuesto un impacto positivo en la consolidación del centro como referente en este campo. La participación y desarrollo en numerosos proyectos: Educación para el Consumo, Escuelas Solares, Comenius, Erasmus, Promoción de la Salud, Fomento de la Lectura, Rutas Científicas, ESPADE… y la inserción en nuestro currículo de materias propias como la de “Actividades Acuáticas para la construcción de un ocio alternativo” han supuesto un símbolo de identidad del centro. Concretamente, la asignatura de Actividades Acuáticas  supuso un punto de inflexión, al consolidar los convenios de colaboración que manteníamos con diversas entidades públicas y privadas  de forma que nos han permitido ofrecer a nuestro alumnado unas actividades hasta ahora vedadas a los centros públicos si no era a cambio de cuantiosas aportaciones económicas por parte de las familias o el propio centro. Al margen de actividades (está en negociaciones la posibilidad de que nuestros alumnos de 3º de ESO realicen un curso completo de estudios en el Launceston College de Cornwall (UK) en sistema de intercambio, lo que sería, además de novedoso, impactante para el alumnado y las familias que desean que sus hijos e hijas perfeccionen el idioma inglés sin coste económico cuando hasta el momento esto pueden realizarlo familias con nivel adquisitivo medio-alto), creo que las relaciones entre los distintos miembros de la comunidad educativa han alcanzado un nivel muy positivo, sabiendo todos que estamos dispuestos a recibir sugerencias y críticas para ayudar a mejorar el funcionamiento de nuestro instituto y la preparación de nuestros alumnos.

Otro logro ha sido el de la incorporación del instituto a la sociedad de la información. De los 31 ordenadores con los que  se contaba, hemos pasado a 263. La red funciona sin miedo a una caída, salvo que sea por causas externas, y los departamentos están dotados en función de las necesidades que cada uno de ellos ha manifestado. La Biblioteca ha pasado de ser un almacén de libros con funciones de “prevención” a un lugar dinámico en el que se lee, se manejan textos y se disfruta con la lectura, pudiendo disponer de cualquier título, aunque no estuviera en nuestro depósito en el momento de la solicitud.

El sentimiento de pertenencia al Instituto, los resultados obtenidos…, tanto en las pruebas de diagnóstico, como las estandarizadas o el temido informe PISA, nos sitúan en un lugar privilegiado respecto al resto de centros de Cantabria, España e incluso Europa. Puede parecer petulancia, pero hemos recibido visitas de centros finlandeses interesados en conocer nuestros métodos de trabajo y de organización dados los resultados obtenidos en las pruebas citadas.

El profesorado se actualiza y participa en las actividades formativas que se organizan, dentro y fuera del instituto.

No obstante seguimos teniendo retos pendientes:

1.     La coordinación interdepartamental, para que el alumnado no tenga que “soportar” los mismos contenidos desde distintas vertientes (aunque eso sea positivo muchas veces, no creo que seis horas de clase continuas estimulen la atención del alumno ante los mismos contenidos en diferentes materias).
2.  Las metodologías de trabajo en el aula. Aunque existe diversidad, no podemos perpetuarnos con los mismos métodos con los que nosotros aprendimos. A veces parece que los profesores hemos olvidado nuestra etapa de alumnos, que no de aprendizaje, puesto que continuamos con un proceso de formación continua.
3.   El mantenimiento integral del centro, desde lo más elemental, como la pintura o la jardinería, a lo más complejo, como el ascensor y el pabellón prometidos por el actual Consejero de Educación cuando ocupaba el cargo de Director General de Educación, que siguen sin verse materializados.

Dinos, ¿volverás al aula al retirarte o piensas jubilarte pronto?
Este curso finalizo mi etapa como director, pero no me retiro. Cuando inicié mi vida profesional, tras finalizar mis estudios en la Universidad Complutense en 1977, tuve ocasión de perpetuarme en un despacho con una tarea burocrática poco atractiva, aunque salpicada de interesantes visitas profesionales. Cambié mi actividad a la enseñanza, comencé como profesor en un centro de F.P. en Burgos, alternando este trabajo con el puesto de subdirector en un Colegio Mayor. Me gustó la enseñanza y decidí presentarme a las oposiciones, que aprobé en 1978 en Cantabria, dando un giro a mi vida profesional, pero encantado con ello. Desde entonces he pasado por colegios, escuelas unitarias (escuelas en las que se atendía a alumnos desde los 3 hasta los 16 años conjuntamente por parte de un único profesor), institutos… hasta ahora, cuando voy acercándome a la edad de jubilación y pienso en disfrutar un poco más de mis hijos y mi familia. No obstante, demoraré la jubilación hasta el próximo 2017.

¿Unas últimas palabras de despedida?
No quiero parafrasear a nadie, pero voy a hacerlo:  “Si tus acciones inspiran a otros para soñar más, aprender más, hacer más y cambiar más, tú eres un maestro”, la frase original hablaba de líder no de maestros (es de Jhon Quincy Adams). Siempre he dicho a mis alumnos, y a quien ha querido oírme, que considero la educación como un instrumento de cambio y de integración social. Estoy convencido de que la educación puede hacer cambiar el mundo. También estoy convencido de que es fundamental adquirir unos conocimientos básicos que nos permitan desenvolvernos con libertad y criterio en la sociedad en la que vivimos. Estudiar, como profesión, es un trabajo muy duro. Estudiar, para adquirir herramientas vitales, es una necesidad y conviene que elijamos aquello que nos resulta más afín. Con el pie ya en el estribo de la jubilación, creo que no es superfluo repetir que es fundamental que cada uno debe elegir hacer aquello que más le gusta. Si lo hace así triunfará por muchos que sean los condicionantes existentes. Si elige lo que otros le aconsejan o mandan no tendrá el mismo rendimiento ni en los estudios ni en su vida posterior, profesional ni personalmente.


Gracias a todos por vuestra colaboración y paciencia. Lo que he hecho, con la inestimable ayuda de mis colaboradores en los equipos directivos y con la del resto de miembros de la comunidad educativa, entre los que se encuentran todos los alumnos del instituto (nuestro mejor activo), sus familias y el personal docente y no docente, ha sido siempre con la mejor de las intenciones, lo que no exime de errores, pero siempre guardaré un gratísimo recuerdo de mis años como director y como profesor en el IES “Las Llamas”. ¡GRACIAS!

Gracias a ti, Antonio, por responder nuestras preguntas y por tu ardua labor durante todos estos años también.

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