martes, 27 de octubre de 2015

(Especial: ¿Ubi sunt?) África Cabo: "mi experiencia universitaria"


ÁFRICA CABO

La experiencia universitaria es algo que todos, cuando llega el momento, tenemos que preparar y tomar decisiones. Algunos de los que leeréis esto, ya habréis pasado esta etapa y sabréis todo lo que significa, y otros estaréis en diferentes cursos del instituto y os quedarán más o menos años para llegar a la universidad. Pero tengáis los años que tengáis seguro que os gusta que alguien os cuente su experiencia… A mí, de hecho, me hubiese gustado. Porque el inicio de esta etapa es mucho más que una carrera, unas asignaturas, x créditos y miles de cosas más que yo entiendo que haya que explicar a los alumnos, pero no lo son todo… Para nada. Hay un gran peso emocional que es todo lo demás que envuelve a lo académico y que es lo que a mí me hubiese gustado que también se nos explicase… Por eso yo os voy a contar aquí la mía, ¡mi experiencia universitaria!

La verdad, a mí “la universidad” era algo que me sonaba demasiado grande, ya desde el colegio, y por eso siempre lo vi como algo lejano en el tiempo…, como si nunca fuese a llegar. Pero la verdad es que los años pasan y de repente te ves en segundo de bachillerato decidiendo cuál será tu futura carrera o en dónde quieres estudiar. Aunque yo diría que ni siquiera en ese momento sabes realmente lo que vas a vivir.

Lo que voy a contar en estas líneas es un poco lo que yo he vivido, este cambio de vida. Estoy haciendo Psicología en la Universidad de Oviedo, por lo que, al estar fuera de tu ciudad, la experiencia es aún mayor. Solamente el hecho de la universidad ya es un gran cambio, pero si encima no vives con tu familia sino en una residencia con más chicos de tu edad, es inevitable que sea diferente.

Lo de la resi ha sido un gran descubrimiento: he conocido a un montón de gente súper maja y de diferentes procedencias. En la vida colegial el sentimiento de ayuda está muy presente, se crean muy buenos lazos…, ¡somos como una gran familia! Como en todas partes, también hay problemas, pero forman parte de la experiencia… y te ayudan a madurar porque muchas veces implican que te tienes que buscar la vida y arreglártelas por tu cuenta. No os voy a mentir, al principio no es fácil. Acostumbrados a vivir siempre en nuestra casa con todas las comodidades y facilidades que ello supone, alejarte de ese entorno cuesta. Cuesta porque estás acostumbrado a que, si surge algo, probablemente tus padres te lo solucionen. Aquí maduras un montón en ese sentido porque tienes que aprender a valerte mucho más por ti misma y a solucionar tus propios problemas… pero yo lo veo como algo muy positivo y que te hace crecer como persona…, que, al fin y al cabo, ¡forma parte de la vida!

La parte de la uni quizás fue la más desesperante. Al principio no entendía nada, no sabía ni a qué clase tenía que ir, ni quiénes eran los profesores… ¡ni siquiera sabía mi horario! Después de mucho indagar, preguntar y buscarme la vida, pude por fin resolver muchas de estas dudas... La peor parte probablemente sean las clases de la tarde… Es el principal cambio con el instituto. Ya ha pasado más de un mes y me he acostumbrado a ir caminando a la facultad mientras ves a la gente que va a comer a sus casas… Me he acostumbrado, sí, pero no puedo evitar pensar lo bien que estaría tener las clases por la mañana, como hasta ahora siempre había sido. Aunque sean menos horas que en el instituto y parezca ilógico o absurdo, las mañanas no te cunden al igual que lo hacían las tardes (para organizarte tu tiempo y dedicarte a algo más que estudiar). Además de las clases teóricas por las tardes, también tenemos una o dos mañanas a la semana de clases prácticas. Los lunes, por ejemplo, yo tengo que estar en la facultad de 9 a 13 y de 16 a 20… Sí, os parecerá una locura (a mí también me lo parecía) pero no queda otra que adaptarse… Al fin y al cabo toda esta etapa implica un montón de novedades y ¡hay que hacerse a ellas!

Otra gran diferencia con el insti es la responsabilidad que tienes en la universidad. Todo lo relacionado contigo cae sobre ti, no hay nadie que se vaya a preocupar de  te controle ni te vigile ni te ayude ni te pase lista… Si ya en el cambio del colegio al instituto parecía que los profesores eran mucho más fríos, en la universidad ya no hay ni comparación: la mayoría de ellos no saben ni siquiera quién eres, ni tu nombre, ni si asistes o no a clase, ni nada… 

De todas formas, en la universidad estás porque se supone que has decidido estudiar eso y probablemente además te guste más que lo que habías estudiado hasta ahora, que era todo mucho más general, y ahora por fin te centras en lo que de verdad te interesa. En mi caso, la psicología me encanta, por lo que me ayuda mucho a la hora de trabajar y prestar atención en las clases, porque ya de primeras vas con más ganas e interés. Aun así yo pensé que en la carrera te enseñaban cosas para aprenderlas y se centraban mucho en eso (es decir, que importaba más el aprenderlo bien, porque van a ser los pilares de lo que te gustaría trabajar en un futuro y hay que saberlos muy bien); pero no, sigo viendo que se centran demasiado en la nota y siempre hablan todo con proyección al examen. También ha habido más compañeros que me han comentado que sienten lo mismo, que se sigue dando demasiada importancia al examen (que es obvio que la tiene) y menos a aprender bien la materia que consideramos es lo más importante para nuestro futuro.


Me dijeron que hablara sobre las diferencias insti-universidad, y yo creo que son estas las principales que yo he vivido. Aun así también quería contaros ese poquito de la resi, porque ambas están siendo una gran experiencia. Una experiencia que, por mucho que yo haya intentado explicar… ¡nunca será lo mismo hasta que no hayáis vivido la vuestra! ;)

No hay comentarios:

Publicar un comentario