Entrevista
realizada por el alumno Mario García-Oliva (4º ESO B) a la profesora Conchita
Santamaría, del Departamento de Ciencias Naturales
P. Tras haber sido profesora durante tantos años, ¿cómo consigues poder
levantarte cada día con fuerzas y ganas para hacer lo mismo que llevas haciendo
tanto tiempo?
R. Creo que contestaría que porque
me gusta lo que hago. Porque, aunque me cuesta levantarme, como a todo el
mundo, cuando llego a clase, estas me dan energía. Me puede pasar que un día me
levante con baja moral, pensando “Ay, por favor, ¿Qué me toca a primera,
segunda…? Vaya rollo, otra vez lo mismo, a explicar lo de siempre…”; pero cada
grupo es distinto, y cada clase en mi vida también; y el explicar, estar con
vosotros, enseñar, etc. me da energía. Es por esto por lo que cuando suena el
despertador yo ya sé que cuando llegue a clase se me van a cargar las pilas,
básicamente porque estoy en un trabajo que me gusta, que realmente me gusta.
P.
¿Cuáles son los mejores
recuerdos que te quedan de tu etapa como profesora en los distintos centros en
lo que has estado a lo largo de tu vida?
R.
Los
mejores recuerdos siempre tienen que ver con las personas, con los alumnos y
con los compañeros, y no tanto con la materia, con los métodos pedagógicos,
etc. Puedes hacer una cosa que te sale muy bien, un experimento…; pero yo
siempre me quedo con la parte humana, porque creo que lo mejor es el trato con
los compañeros, tanto alumnos como profesores. Cuando tienes compañeros con los
que te llevas bien, con los que puedes compartir un problema que has tenido con
los alumnos, o incluso un problema personal, es muy gratificante. Y luego los
alumnos, de los que tengo muy buenos recuerdos. Hombre, también he pasado
momentos malos con los alumnos, como todo el mundo, pero creo que lo malo se
olvida pronto.
P.
Como docente experimentada que
eres, has vivido de primera mano más de 7 leyes de educación, algo inédito en
el resto de Europa, donde suelen pasar décadas sin cambiarlas. ¿Cómo crees que
ha cambiado la educación española desde que comenzaste a ser profesora?
R.
Primero,
yo diría que las he vivido como docente y como estudiante, porque desde que yo
tenía 16 años ya empezaron con que si cambiaban la reválida de bachiller, hasta
acabar como estamos ahora. Pero volviendo a la pregunta, yo diría que ha
cambiado mucho la sociedad, ha cambiado la relación con los alumnos, porque por
ejemplo antes el profesor tenía un papel de más autoridad, prestigio…; y luego
los métodos, ya que ahora disponemos de multitud de recursos que antes no
teníamos, sobre todo los informáticos. Pero, a decir verdad, lo demás tampoco
ha cambiado tanto a lo largo del tiempo.
Pero aun así, creo que ha habido un
avance realmente positivo, porque recuerdo que cuando estudiaba yo, o al
principio cuando yo era profesora, tenías que recurrir a otros recursos, a
dispositivas, etc. Pero, como ya he dicho antes, el resto no ha cambiado
demasiado. Por ejemplo, respecto a las leyes, en el fondo, no afectan tanto a
la materia a la hora de explicarla; porque pueden cambiar los currículos, -
parece que cada partido que llega, lo tiene que cambiar-, pero al final si te
pones a escarbar un poco, acaba siendo lo de siempre.
P.
Aparte de en nuestro instituto,
en el cual llevas ya unos cuantos años,
¿en qué otros centros has estado anteriormente?
R. Aparte de Las Llamas, en el
cual estoy desde el año 1996, estuve en el Colegio María Blanchard, en el
Colegio Quinta Porrúa, y también en el Colegio García Barredo.
En el García Barredo fui la
directora del colegio durante, creo, 7 años. Debido a los cambios en la
educación, que aquí sí que me influyeron muchísimo, con el cambio de la EGB a
Primaria y Educación Secundaria Obligatoria. Yo era, y soy, del Cuerpo de
Maestros, porque hice la oposición de maestra, aunque soy Licenciada en
Ciencias Químicas, y en aquel momento tenía que decidir si quedarme en el colegio
o venir al instituto. Fue una decisión muy dura, porque yo estaba muy bien en
el colegio, era la directora, tenía que dejar la dirección, pero pudo más el
hecho de seguir con los alumnos con los que yo había estado siempre, ya que si
me quedaba en el colegio, tenía que atender a los alumnos hasta 6º de primaria,
y yo estaba acostumbrada a dar clase a estudiantes de 12, 13 y 14 años, y
también por mi formación decidí irme al instituto en aquel momento, en el que
había mucha incertidumbre y oposición a la nueva Ley de Educación desde ciertos
ámbitos, pero yo opté por ello para seguir dando clase a los alumnos de
siempre.
Se me había olvidado decir que además,
al acabar la carrera, di clases a alumnos de COU (Curso de Orientación
Universitaria, el antiguo 2º de Bachillerato) en el Colegio Salesianos de Santander.
Todavía en esa época eran solo chicos, y apenas había profesoras, tan solo de
preescolar. Entonces yo tenía 25 años, y los alumnos eran ya mayores, de 17 o
18 años, y les daba la asignatura de Biología.
P. Si
te tuvieses que quedar con un solo momento de tu vida como docente, ¿cuál
sería?
R. Yo creo que con la vida diaria en el García Barredo, porque
fueron unos años muy buenos por la buena relación con los compañeros: éramos
como una familia, y aún mantenemos la relación y a veces quedamos.
Luego, también, con algún
viaje. Aquí en Las Llamas, uno que hice con los alumnos de 1º de Secundaria,
que recuerdo con mucho cariño; y en el Quinta Porrúa, un viaje que hicimos a
Cataluña con los chavales… Bueno, actividades extraescolares, que me gusta
mucho prepararlas, pero te frustra bastante cuando las preparas y los alumnos
no las aprovechan lo suficiente; porque tú organizas la actividad, preparas las
cosas, pones ilusión e inviertes tiempo, y cuando los alumnos no lo aprovechan
porque, bueno, son alumnos, están en su edad, o por lo que sea, se te queda un
poco ahí. Pero siempre son experiencias gratificantes.
Muchas
gracias por responder a mis preguntas, Conchita. Ha sido un placer.
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